I'm back, bitchez! Retomo el blog tras unos largos, y merecidísimos días de descanso, a caballo entre Barcelona, Asturias y La Costa Brava. Precisamente tras este periplo peninsular, me he visto con la urgente necesidad de escribir sobre un tema que me enerva, me trastorna, me atormenta, me preocupa (stop ya con Esperanza Gracia), un tema que abarca a mucha gente; especialmente, a aquellos estudiantes que estudian en una ciudad a media distancia de la suya de origen, y cuyos trayectos no están cubiertos por Ryanair. "Viajar en autobús de línea, el drama".

Mi caso no es de los más desafortunados que te puedas encontrar, puesto que me hallo a unas "cómodas" 4 horas de casa en autobús, aunque he realizado trayectos de hasta 8 horas en viajes especiales, y el de 4 horas lo tengo muy controlado, y analizado. Con todo este mi conocimiento, os voy a relatar a lo que probablemente os vais a tener que enfrentar este verano, basado en  experiencias personales, si tomáis el autobús como opción, y como sobrellevarlo dignamente.




20:50 LA ESPERA EN LA ESTACIÓN
Comienza tu viaje de vuelta a casa, a la playa, a la montaña o a donde te haya salido del moño. Tu vas tranquilamente a la estación, creyéndote Vicky Beckham en el aeropuerto de LAX, cuando lo más recomendable sería viajar como Alaska y chutarte dos orfidales para abrir los ojos directamente en tu destino. Sorprendentemente las estaciones de autobus tienen como un extraño imán que atrae desde a vagabundos hasta desequilibrados de todo tipo. Fúmate el piti de antes de subir evitando cualquier tipo de contacto visual con ellos.




21:00 COMIENZA EL VIAJE
Una vez entres en el autobús, espera unos minutos a acomodarte y a desplegar toda tu parafernalia, puesto que llega el segundo problema. Verdaderamente no llegaremos a formar parte del primer mundo hasta que el concepto "plazas numeradas" no cale en nuestra sociedad. Es una asociacion muy simple: una serie de numeros cardinales, acompañados de las letras A,B,C y D que hacen referencia a la disposición espacial de los asientos dentro del vehículo. Es fácil, ¿verdad? ¿VERDAD? Hasta Kiko Rivera podría hacerlo con los ojos cerrados. Sin embargo, tienes un 80% de probabilidades de que tengas que rotar de asiento en asiento, generando un efecto dominó que ni la caída de Lehman Brothers porque una señora no se ha sentado en la plaza que le tocaba. Una vez hayas encontrado tu asiento verdadero, coloca tu Birkin tu Bolso en el asiento vacío de al lado, para ver si así consigues tener dos plazas para tí sólo/a.

21:50 BEBÉS SIN BOZAL
Tras una primera parte del viaje tranquila, ojeando tu Vanity Fair, tu Vogue, mirando por la ventana, escuchando música, y retorciéndote intentando encontrar una postura en el asiento que no te genere una escoliosis, llega la primera parada. Tras comprobar con alegría que el asiento de al lado sigue libre, tu rostro se desencaja al ver con estupor que entran en el autobús no uno, sino dos niños de dos años. No pienses que va a dar igual. No te autoconvenzas. Esos niños van a llorar. Van a llorar mucho. Y vas a tener la mala suerte de que los padres no van a saber controlarlos. Da igual que te pongas la música al volumen 50; si hay algo más irritante que un bebé llorando, es un remix de Blurred Lines con llantos de fondo.




22:30 LA SEÑORA PARLANCHINA
Justo cuando has conseguido conciliar el sueño pese a los llantos del bebé, en el siguiente pueblo, se monta el siguiente personaje, que los que estéis acostumbrados a estos viajes reconoceréis de inmediato. Señora, de mediana - avanzada edad (esto quiere decir unos sesenta-y), de ámbito preferentemente rural, pizpireta, que se sube al autobús exclamando un "ayy chiquer que calor hace buuuuf" o un "redios que frío hace jomío" dependiendo de la época del año. Normalmente suele incurrir en el error de no encontrar su asiento, y si no es el de al lado tuyo, da las gracias.
Pueden ocurrir dos cosas; que vaya con una amiga, y se pase todo el viaje hablando de lo divino y de lo humano con su compañera, a volumen 150, para goce y disfrute de todo el pasaje. La segunda de las opciones, es que saque su Alcatel amarillo, y llame a su amiga Puri para contarle que ya está en el bus, y que el hijo de Toñi, la amiga de Pepi la tendera se ha hechado novia en Barcelona. Por supuesto, esta conversación privada, va a sonar como si la señora llevase un megáfono. Ya no te quedan puestas de sol que Instagramear.

23:20 LOS AJENOS AL DESODORANTE
Para añadir un nuevo ingrediente a esta mezcolanza explosiva, aparece el típico individuo que vive en una ciudad en la que no existe ni Deliplus ni las duchas. Si tienes suerte, puedes coincidir con la típica persona que se marea yendo por Autopista. Os invito a montar en Shambala después de una resaca de Jager, y entonces os doy permiso para marearos, pero en lo que viene siendo la A-2, pues como que no. El olor de los fluidos estomacales chocando contra la bolsita de plástico, y los efluvios de la axila del vecino cerdo.... todo un deleite para los sentidos.

23:50 ASÍ RONCABA, ASÍ, ASÍ...
Tras haber conseguido callar a los bebés, con la Toñi de fondo berreando, tapandote la nariz para no vomitar ahí en medio, con un 5% de batería en el iPhone, teniendo ya actualizado Twitter, Vine, Pinterest, Instagram y demás familia lo último que te falta son los ronquidos de algún señor, que ajeno a tal alboroto es capaz de caer en las garras de morfeo hasta puntos insospechados. Fundamentalmente con medio cuerpo en el pasillo, se va a marcar unos ronquidos dignos de entrar en una Mixtape de Skrillex. Lo único que falta es que salgas a marcarte un zapateao en medio del pasillo. Nadie se dará cuenta.




00:50 LLEGADA. IS THIS A DREAM?
Por fin llegas a tu destino. Te tiras del autobús a tierra como si fueras Juan Pablo II o Colón llegando a las Antillas. Te diriges a las taquillas de la estación para comprar un billete a Madrid, esta vez en AVE, porque te vas a pegar una semana de vacaciones en la López Ibor. Feliz Viaje